
Cógeme.
Tócame. Recorre tus dedos por mí.
Humedéceme.
Enciéndeme.
Coloca tus labios y chupa; aspira, regodéate, saboréame, expira...
Vuelve a hacerlo, una y otra vez.
Haz que me consuma lentamente, hasta que ya no pueda más y sólo queden las cenizas y el olor a humo en el aire.